HURTAR COMIDA, HECHA Y CALENTINA

Detenido por segunda vez esta semana por comer en bares sin pagar

El hombre se negó a abonar las consumiciones y mostró su negativa a solicitar ayuda a los servicios de beneficencia donde, según dijo, no le gusta tanto la comida

EFE Un hombre de 53 años y nacionalidad polaca ha sido detenido por segunda vez en menos de siete días por comer en un bar sin pagar y enfrentarse a los encargados del establecimiento, han informado fuentes policiales.

La Policía Nacional fue requerida ayer a las 19:20 horas en un bar de la calle Eleuterio Quintanilla donde el encargado del local tenía retenido a un varón que, tras haber consumido un plato combinado y una cerveza, trató de aprovechar un despiste de los camareros para marcharse sin pagar.

Una vez más se negó a abonar lo ingerido y también hizo manifiesta su negativa a solicitar ayuda a los servicios de beneficencia donde, según dijo, no le gusta tanto la comida.
Ésta es la séptima detención que tiene este año y la segunda en los últimos siete días, ya que el pasado sábado fue detenido por cenar en una sidrería y negarse a abonar los 20 euros que costaba. 

Querida mamá: 

Sus acciones no son cívicas, ni respetuosas con la propiedad, ni con el trabajo ajeno, ni con el derecho que tienen los pequeños negocios privados a garantizarse el sustento. Lo que asombra es la permisividad de los tiempos. Cuántos gitanos, cuando yo era pequeña, recibían palizas por robar comida. El caso del famoso bandido Eleuterio Sánchez "El Lute", de familia quincallera (es decir, vendedores de cacharros por los pueblos), famoso por sus fugas y porque acabó cargando con los robos realizados en media España, empezó dicen, su penoso peregrinar por cárceles y  escondites, por el hurto de una gallina. Salió de la cárcel, cuando ya no pudo huir de las autoridades, hecho un señor abogado.

La historia de este país no tiene términos medios. Estas reincidencias deberían estudiarse y actuar con justicia, algo hay detrás. 

Si es una postura descarada e incívica sencillamente, algo debería hacerse, (como en EEUU y tal como algunos jueces españoles hicieron, tomando medidas ejemplares  en casos de delincuencia juvenil), servicios a la comunidad. Varias condenas de este tipo: "paga trabajando para la comunidad que no respetas", y teníamos los caminos de los pueblos limpios de matos en una temporadina. Posiblemente se cortaran más rápidamente estos actos de vandalismo que últimamente sucedieron en Infiesto o Arriondas durante fines de semana.

La otra posibilidad, como ocurrió con un caso dramático (relativamente reciente)  de un hombre desaparecido de su pueblo durante décadas; es que la persona que reincide en sus acciones delictivas sea un demente. Qué pena que con la libertad de circulación de los vagabundos, la permisividad legal, el poner por delante la libertad individual en casos donde se ve claramente que no hay una mente ni lúcida ni equilibrada... un hombre de tumbos veinte o treinta años por calles y caminos hasta que lo hallan muerto o acaba encerrado en un psiquiátrico (como este último caso al que me refiero), cuando sus familias ya no creen que viva.