sábado, 14 de mayo de 2011

Un enfermo mental acuchilla y decapita a una residente británica de 60 años en Tenerife

El agresor recorrió 50 metros por la calle con la cabeza en las manos. El crimen fue grabado por la cámara del bazar chino en el que se produjeron los hechos
Santa Cruz de Tenerife,
Goretti ALONSO
Como si fuese una película de terror propia de un viernes 13. Los vecinos de Los Cristianos (Tenerife) vivieron ayer uno de los momentos más dramáticos que se recuerdan en el municipio. Un ciudadano de nacionalidad búlgara acribilló a puñaladas con un gran cuchillo a una ciudadana de 60 años residente en esta localidad tinerfeña del sur. No contento con este homicidio, decapitó a su víctima y recorrió unos cincuenta metros por la calle con la cabeza en las manos, hasta que fue retenido por los vecinos de la zona. Todo indica que el hombre sufre una enfermedad mental.
Según relataron los vecinos que presenciaron el suceso, aproximadamente a las diez y cuarto de la mañana, una mujer inglesa entró en las oficinas del Servicio Canario de Empleo, situado en el centro de Los Cristianos. Gritaba que un hombre la perseguía. El personal de seguridad le facilitó la entrada en el momento en que el hombre llegaba a la puerta. El agente logró que se marchara y la mujer permaneció en las dependencias durante unos minutos, a la espera de que su perseguidor se fuese.
Cuando creyeron que lo había hecho y que todo volvía a la normalidad, la mujer salió de las oficinas y se dirigió a un bazar chino, del que era cliente habitual. Ya en el interior, cuando realizaba sus compras de manera rutinaria, el presunto asesino entró en la tienda y, sin mediar palabra con la víctima, cogió un cuchillo de grandes dimensiones de uno de los expositores del bazar, se dirigió a la mujer y la acuchilló.
Según José Alberto González Reverón, alcalde del municipio de Arona, en el que se enclava Los Cristianos, las imágenes tomadas de la tienda «demuestran que el hombre se ensañó». Aunque todavía no han sido enumeradas, el hombre infligió a la víctima decenas de heridas, hasta que logró decapitarla. Los empleados del bazar salieron pidiendo ayuda mientras el hombre salía en con la cabeza en las manos gritando: «¡Soy el justiciero de Dios y vengo a hacer justicia!». El agente de seguridad del servicio de empleo y otros vecinos le hicieron caer y la cabeza salió rondando varios metros. El hombre pudo zafarse, sin embargo, e intentó huir, pero un motorista lo golpeó con su casco y lo hizo caer. Lo retuvieron hasta la llegada de la Policía. El vigilante tuvo que ser ingresado por el shock. El presunto asesino es Deyan Valentinov D., de 28 años, con antecedentes por alteraciones del orden público. Quedó ingresado en la unidad psiquiátrica del Hospital de la Candelaria, de Santa Cruz de Tenerife.
Según Juanma Delgado, propietario de uno de los locales cercanos al bazar, el presunto asesino «le pidió la hora a un hombre y, como no tenía reloj, le dio un puñetazo con el que le arrancó dos dientes». Solía dormir en la calle, cerca de la playa. «Vi la cabeza en sus manos, con los ojos y la boca muy abiertos. Nunca había visto nada igual», relató el joven italiano Davide Bálsamo, el motorista que le golpeó con el casco y lo derribó. «Era lo que tenía más a mano», aseguró. (lne, 14 de mayo de 2011)

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